Explora Europa conociendo las Capitales Bálticas
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Hacer un crucero por el Báltico
Si quieres vivir unas vacaciones relajadas y en un destino original, hacer un crucero por el Báltico puede ser tu solución ideal. Descubre varios países en un mismo viaje, desplazándote de forma económica, cómoda y rápida.
Las destinaciones más habituales de los cruceros por el Báltico suelen ser las capitales de los países bañador por este mar: Copenague, Estocolmo, Tallin, Helsinki, Oslo, etc. Además, también puedes visitar importantes ciudades, como Hamburgo en Alemania o San Petersburgo en Rusia. Muchas de las salidas hacia estas ciudades son cruceros desde Copenhague.
Imagínate recorrer tantos países en solo unos días. Solo tienes que reservar poco más de una semana y podrás hacer un viaje completísimo, en lugares enigmáticos y con todas las comodidades a bordo de una naviera de lujo.
Un crucero por el Báltico es un viaje que te garantiza una menor afluencia de turistas. Además, la riqueza cultural e histórica de las destinaciones es inmensa y variada. Cada país alberga sus propias culturas, tradiciones, gastronomías. Todas ellas son distintas y enigmáticas. Ahora puedes descubrirlas y experimentarlas, con un solo viaje único y a todo lujo.
Las temporadas para hacer un crucero por el Báltico son similares a las de el resto de Europa. Lo que sí debes tener en cuenta es que las temperaturas son más frías que en el sur de Europa.
Así, una de las mejores temporadas para hacer un crucero por el Báltico es la temporada alta durante los meses de verano. Las temperaturas en el Báltico durante junio, julio y agosto son de unos 16 y 22 grados centígrados. En estos meses también podrás disfrutar de más horas de luz. De hecho, podrás ver las noches blancas, donde la oscuridad nunca llega a ser completa.
La temporada baja se caracteriza por una menor afluencia de turistas y por unos precios realmente económicos. Viajar al Báltico en temporada baja es una buena opción, siempre y cuando viajes con la ropa adecuada. Ten en cuenta que incluso en verano, las temperaturas no alcanzan un número de grados alto y la probabilidad de lluvia nunca se disipa del todo.
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